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martes, 5 de octubre de 2010

Evolución y revolución de las mamás

Hola amig@s,

Alguien me ha comentado que la anterior entrada era un poco pesada; vamos, que era un “rollo”. A mí, tambien me lo parece, pero… si no os suelto esa información, no entenderíais lo siguiente. Dentro de mis objetivos entra daros una información veraz de la Historia, contada de forma divertida, y que para obtenerla, deberíais leer montones de libros. Aquí lo tenéis resumido y ameno.

De todas formas, nadie tiene la obligación de leerlo. Tampoco penséis que me quejo por una crítica, nada de eso: me alegro de recibirla, lo cual quiere decir que estáis leyendo el blog.

Tambien he de repetir algo: El personaje sobre el que se basa el blog “no soy yo”, “no es mi vida”. Es un personaje inventado, es una creación o recreación, esto ya lo he explicado antes. Pero… cuando no se leen todas las entradas, uno puede imaginarse…algo distinto. Como ya estáis informados por duplicado, ahora voy a concederme todas las licencias que me apetezcan.

Os voy a centrar en la figura y personalidad a grandes rasgos de la Superwoman. Así vamos a llamar a este personaje.


Por supuesto, mujer, mediana edad, físico agradable, simpática, cariñosa, buena persona, soñadora, a veces vive en las nubes, se cree que tiene veinte años, puede ir bailando por la calle, le gusta todo lo que implique cultura, es sociable, y además gamberra y loca (pero poco, no es preocupante). Ya sabéis más o menos como está el tema, la iréis conociendo poco a poco.

Ahora voy a explicaros lo que era antes una mamá y lo que es o será una del futuro.

Antiguamente, una mamá, era una cosa que estaba en la cocina, todo el rato, haciendo tortilla de patatas y más cosas.

Lucia una batita larga hasta los pies, los cuales calzaba con unas pantuflas muy abrigaditas. Tambien se ponía rulos de colores varios, y solía ir los viernes a la peluquería. Las series de la tele, no tenían secretos para ella. Cuando los hijos crecían y ya no la necesitaban, se sentía vacía e inservible y tenía que darse una vuelta por el psicólogo.



Esa es la mamá querida por la que daríamos la vida y no desearíamos que nadie conociese, sólo fuese nuestra, como si el cordón umbilical continuase sin cortar, pero invisible eternamente.


Ahora os diré cómo es la nueva mamá, cómo ha evolucionado.

Es rara; la tele, en su casa, está siempre apagada; de series televisivas, no tiene ni idea. No hace ni punto, ni cose, ni nada. Todo el día se lo pasa agarrada a los libros, es como si los tuviese pegados a los dedos. El frigorífico unas veces está a rebosar y otras lo tiene vacío, no hay nada, está de pena.

En la casa no hace gran cosa, prefiere tener a alguien que lo haga. Días de gran actividad suceden a otros que se los pasa a la bartola. Cuida las plantas, hasta casi ahogarlas. Tiene más de una personalidad, y su cerebro funciona sin descanso; piensa, piensa continuamente mil cosas a la vez. Es juguetona y pícara. Creo que tambien nos gustaría tener una mamá así.


La nueva mamá, quiere ser un ser individual. Quiere a sus hijos, como la anterior, pero desea más cosas: vivir los sueños, amar y ser amada, ser y estar atractiva y alguien que se lo recuerde. Participar de lo que sucede fuera del hogar, sentirse útil.Conocer, saber, crear y creer.