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viernes, 20 de agosto de 2010

La Comuna segunda entrega...


Queridísim@s,

Como os dije en la anterior entrada, hoy voy a hablaros de la Comuna. Pero… será un poco más avanzado el texto.








El caso es que estoy tristona, me he levantado con el pie izquierdo, debe ser. Realmente, no es eso, sucede que estoy en plan intimista. Llevo muchos años, demasiados, durmiendo sola, en una cama que parece una plaza de toros. Estoy en un ladito, pero el otro vacío. Cuando… me doy la vuelta y así, entre sueños, extiendo un brazo, y no encuentro un cuerpo querido, un cuerpo que no me rehúya, que no se vaya a dormir al salón. Alguien que en verdad me quiera, y yo a él. Pero el tiempo pasa y no encuentro a mi “HOMO”.



Amig@s, soy una persona normal, no soy una ninfómana, ni nada de eso, lo que sucede es que las mujeres somos complicadas por naturaleza, y tengo una tendencia pulsional, en estos momentos, hacia la sexualidad, que es demasiado. Estoy plenamente en ni segunda juventud. Esta es más sosegada, más analítica y compleja. Pienso mucho y hago poco. Amig@s -no me como una rosca- no es que no tenga con quién …bueno… también es eso, lo que he comprendido, es algo importante. Las lecturas sobre psicología, me han ayudado mucho. No obstante, se lo comentaré a mi amiguito “D”; él es psicólogo, y me ayudará. Aquí le voy a dejar una nota, para que se ponga en contacto conmigo ( “D” te necesito, cinco minutos ), pero creo que el problema lo tengo resuelto, y no es mío (creo que no es mío, a lo mejor sí). Veréis: Varios homos cachas, están todo el rato, venga, vamos a tomar un café, y una charleta, así nos conocemos, yo me hago la estrecha y después de mucho rogar, cedo, y digo, bueno…quedamos para el café, pero amig@s de repente esas personas han emigrado, supongo, porque no he vuelto a saber de ellas, y hasta desaparecen de Meetic. Uno de mis libros dice que eso es “miedo escénico”,


 vamos, que les entra un “canguis”, que les ocupa todo el cuerpo.

Lo mejor son mis amiguitos jovencitos. Me llaman y dicen: - venga que te invito a comer, digo yo: - estoy sin duchar, sin arreglar, no puedo, así deprisa y corriendo, me dicen: - mira, mientras te duchas, y te pones cualquier cosa, voy hasta allí. Esos sí, sí que son caballeros, mis niños. Pero los grandes, todo les parece lejos. Si del centro hasta casa son veinte minutos, parece que les mando a la guerra. Amig@s, eso es que mucho interés, no tienen, si tuvieran ochenta, o noventa años, lo entendería e iría a buscarles yo a la residencia, pero…no es así, querid@s, es que no; leo entre líneas y veo, por un lado, eso del “miedo escénico” y por otro que la gasolina vale más que el aceite de oliva. Y el tiempo pasa y estoy aquí, escribiendo y leyendo, sin encontrar a mi homo.

Tengo que contaros también, que les hago la “prueba del algodón”.Eso no es algo científico, pero me funciona. Cuando estamos con el cafetito, en un descuido de ellos, les pongo una manita en el brazo, con un dedito, lo paso suavecito, arriba y abajo. Chic@s, si el vello se me pone como escarpias… Tate, puede resultar; si no es así, agarro el bolso, y lo primero que se me ocurre, les digo: que me voy a tirar la basura, que luego huele muy mal…cualquier cosa, que le vaya al momento. Salgo pitando como “alma que lleva el diablo”.

Ahora sí, llega lo de la comuna:

Tendrá que ser el principio, en un lenguaje, críptico, pero ya estáis acostumbrados.
Nosotros vivíamos en una colmena;
 cuando la reina de la colmena, decidió que esta no era la adecuada para ella (creo que perdía prestigio), y emigró a otra colmena, más numerosa, dije yo: pues hala, me pongo yo (de reina).
Empezaron a llegar abejitas, que tenían colmena, pero les gustaba más esta (no era por la colmena en sí, les gustaba, porque la reina les iba cantidad), ellas se han quedado con su colmenita, pero de aquí no se mueven, a no ser que haya una emergencia.
Cuando ya estábamos tod@s, decidimos en conjunto que esto sería una comuna, y no una colmena, que las reinas mandaban mucho y hacían poco. Queríamos igualdad. Pensamos en unas normas, no escritas, que hemos interiorizado.

La Comuna, no es muy grande, está compuesta por los niños (el varón de la comuna y su pibita, ella no vive aquí, pero casi y para todo cuenta), tenemos a la princesita, y a “Lo”, y estoy yo, que soy la jefa o sea, la que parte el bacalao (pero poco).

La Comuna es normal. Lo más extraño es la cocina y la terraza.

Primero la cocina: Ya os había adelantado que tenemos un fantasma encerrado en el frigorífico. No sabemos su nombre, y debió llegar con el frigo. Nos hemos acostumbrado a él y no nos asusta. De vez en cuando hace…uhhhhhh, uhhhhhh, y gime y llora.

A veces le preguntamos qué le sucede, pero es un cabezón y no contesta. Lo peor… veo que está por llegar: Creo que este fantasma está ejerciendo influencias malignas sobre nosotros (quería yo que llamásemos a los que escuchan las psicofonías, pero como los de la Comuna son tan suyos, no quisieron). Pero amig@s, el dichoso fantasma se está apoderando de mí, y la primera vez que lo pudimos comprobar, estaba yo de espaldas, hablando, y una de la comuna me interrumpió. Entonces di la vuelta y tod@s me estaban mirando horrorizados, esperando que comenzase a expulsar, una especie de materia verde por la boca (tipo niña del exorcista, pero en grande). Cuando me fijé en sus expresiones, (los ojos como platos, la boca laxa, blanca la tez), amig@s casi me da un “patatús”, y más, y mucho más, cuando me dijeron lo que todos habían escuchado de mis labios, una palabra, Querid@s que no es una palabra, que es un “palabro”, ¡¡¡qué vergüenza, amig@s!!! Soy una persona educada, incapaz de decir esas brutalidades, ni pensarlas siquiera me permito. Lo malo es que ya van varias de esas. Hemos decidido estar en silencio. para que no haya equívocos. Y la sobremesa, y las charletas, esas que tenemos, pues…vamos tod@s, nos tiramos encima de mi lecho, cada un@, con su ordenador, y hablamos tranquilamente. A la vez, cotilleamos (pero poco), y también, la princesita hace un trabajo (secreto), no puedo delatarla, “Lo”, hace horarios, y más horarios, luego todo el rato la llaman de su trabajo, y por lo bajo, siempre está mascullando “a ese mañana, me lo cargo”, así todos los días, debe tener una meleé en la empresa alucinante, siempre la plantilla en revolución, tiene un café, esta chica… El problema también lo he estudiado, ella tiene fuerte el carácter, pero en casa, sólo mando yo, porque conozco las técnicas y además las tácticas de guerra. Pero a lo bruto os contaré que el otro día, me fui a tomar café, y tardé un poco, y el móvil en casa y el abrecartas también. Cuando se dieron cuenta, se pusieron a cenar, no sé qué guarrería, ellas tampoco, comían, pero no sabían qué de los nervios. Entonces, llegué, abrí la puerta y me encontré dos fieras corrupias echando rayos y centellas por los ojos, por la boca; no podían de la ira contenida que las inundaba el cuerpo. Me dije, para mí ¡¡madre mía!! como están, me van a poner de hoja de perejil, o más verde. Eché un vistazo, para situarme, y vi que “Lo” tenía una gelatina azul en la rodilla, pensé rápidamente “esta chica, ya se ha cargado a otro empleado”. Entonces, ella abrió la boca, me dijo: - ¡Usted, se cree!, no, no, amig@s, no le dejé terminar. ¿Sabéis la técnica que utilizaban los ingleses cuando dejaban un país que había sido protectorado suyo, para que siempre dependiesen de la metrópoli? Ellos utilizaban, y si pueden lo siguen haciendo, porque, aunque sus gobiernos cambien de partido, su política exterior siempre es la misma. Dividieron la India y ahí están tirándose bombazos todos los días. ¿Y de Palestina, que me decís? Desde finales del siglo XIX, los judíos sionistas ya estaban dando la vara a la opinión pública mundial, diciendo que Palestina era una tierra sin habitantes, y los palestinos, unos nómadas, que ahora estaban aquí, luego allí, vamos que no existían mis palestinos. Ahora están todos en campos de refugiados, y comiéndose los codos de hambre, y sed de conocimientos, pues han cerrado colegios y universidades.

Veo, que me estoy alejando. Hice igual, empleé el divide y vencerás, y otra que yo sabía de Maquiavelo que es así: La mejor defensa es un buen ataque. Y me salió redondo.


Cuando “Lo” abrió la boca, me lancé sobre ella (figuradamente) y comencé a decirla. ¿A ver qué te ha pasado, con quien la has tenido? Ella se achantó, bajó la cabecita, y la voz, la princesita, ya estaba a punto de meterse debajo de la mesa, con la mirada, para otro sitio. Como diciendo “Yo no he sido”. Y así terminé con la sublevación, me fui a mi dormitorio, más ancha que larga, y cuando volví, tenían mi cenita, preparada.

Seguiremos otro día con ella.

A mis pequeñuelos, tengo que explicarles algo muy doloroso para mí. Pero…no quiero que nadie los engañe.

Querid@s muchachuel@s, cuando queráis saber la edad de una mujer, tal que yo misma, no miréis en su DNI; tampoco en su pasaporte, o cualquier documento, no, si…la señora en cuestión lleva una blusita, que le llega hasta casi la boca, cubriendo todo el cuello (es ese espacio situado entre el tronco y la cabeza) y además, las manguitas de la blusa casi le tapan los dedos, cuidado ahí tenéis una señora de edad madura, más o menos como vuestra mami. Hay otra zona peligrosa, pero más difícil de apreciar: se encuentra al final de los muslos; se pone la chichita blandita, y no hay solución. Amig@s, la Naturaleza, nos tiene enfiladas a las mujeres: primero, los partos que duele un montón. Después, nos ha puesto la edad, nos la ha escrito en el cuello, brazos y muslos.

 La Naturaleza, aunque su articulo es femenino, debería llamarse, el Naturalezo. Es misógina, nos odia, y tiene mucha importancia, pequeñaj@s. Tenéis que saber, que en el Siglo de las Luces Francés (el XVIII), aparece L`Encyclopédie, dirigida por Diderot y D`Alembert más los especialistas de la época en todas las materias. Se imponen nuevos valores. Aquí está el primero: La Naturaleza, la felicidad terrena, el progreso, y tambien se opone a la monarquía absoluta y a la religión.

Amig@s comenzó el ateismo y también los métodos experimentales (que suelo utilizar siempre que es posible), y como son aplicados (los métodos experimentales), a cuestiones, tales como las filosóficas, querid@s, nos llevaron al Empirismo, que resumiendo, es la experiencia basada en los sentidos, sin actividad del espíritu.

¡Qué tragedia amig@s mi@s!, sobre todo, para las distintas religiones, que populaban por doquier.

Volveré.