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sábado, 5 de noviembre de 2011

La danza infernal


Babeaba, babeaba por las comisuras de sus labios, un rictus que pretendía  ser sonrisa, se extendía por su rostro, afeándolo aún más. Sus ojos vidriosos, miraban sin apenas ver.

Sentado sobre el trono, no reposaba en él, su cuerpo se mantenía erguido (todo lo que era capaz de mantenerlo), cada mano estrujaba la otra y gotas de sudor caían sobre la túnica dorada, aquél color que sólo los reyes podían vestir y para el resto del pueblo estaba prohibido, era signo de la realeza.

Unos mechones de pelo ralo, salpicaban su cabeza que cubría con una trabajada corona de oro, y su piel... afeada por un incompresible eccema, que trataba de cubrir, sin conseguirlo, con la largura de las mangas de su ropaje, ¡imposible! Cualquier movimiento, dejaba las feas ronchas al descubierto.

Era alto, pero la gula había redondeado sus formas. Y una ligera cojera completaba la figura inconfundible del Tetrarca Herodes Antipas. Había sido uno de los hombres más bellos del imperio, pero el vicio y la corrupción hicieron su trabajo a fondo.

Se celebraba su cumpleaños. El salón rebosaba de invitados, que disfrutaban el banquete ofrecido por Herodes. Estaban acomodados a la forma romana, sobre trabajados triclinios cubiertos por elaborados tejidos a la forma oriental.

Sólo él permanecía sentado sobre el trono, impaciente, para recibir su más ansiado regalo. Grandes pebeteros alumbraban el inmenso salón de recepción. De pronto al unísono todos se apagaron, y en el centro de la gran nave, formando un círculo cerrado, una docena de bellos efebos, desnudos, de rodillas y portando una antorcha de tímida luz, enmarcaban una figura femenina, cubierta por trasparentes velos. La bailarina tenía los brazos alzados sujetando parte de las gasas que la cubrían -imaginad, un capullo de rosa pronto a eclosionar-. El silencio era total. Ningún ruido, ninguna música se oía. La doncella dejó caer sus  velos y todos pudieron ver a Salomé, la hija de Herodías, esposa de Herodes, la cual iba a danzar en honor a su padrastro.

Salomé, por Moreau
Su pelo negro como la endrina, le llegaba hasta los pies, como si fuese una segunda piel. La perfección de sus rasgos faciales, alteraba todos los corazones. Un ancho cinturón de oro abrazaba sus caderas y de él pendían multitud de velos de diferentes colores, que le llegaban hasta los pies. En los tobillos, podían verse varias esclavas doradas. Sus piernas eran largas y torneadas, y se percibían entre las gasas, su cadera estrecha y los senos descubiertos, pequeños y como frutos en sazón; los pezones recubiertos de oro.

Solamente unos crótalos en sus dedos, era la única música en la que se apoyaba. Al repiqueteo de éstos, su cuerpo se mecía con voluptuosidad, al igual que el movimiento de una serpiente; oscilaban sus senos y sus caderas se contoneaban de forma insinuante. Cada vez más rápido, cada vez más sensual, hasta enloquecer  a los presentes, de deseo y lujuria. ¿Cuánto duró su danza? Nadie lo supo.

Herodes la llamó a su presencia cuando esta terminó aquella danza que quedó grabada para siempre en la mente de los asistentes.

Salomé, por Tiziano
Ofreciola medio reino, hacerla su esposa, lo que ella quisiera...

Corrió esta al regazo de su madre, Herodías (esposa de Herodes) y volvió sonriendo hacia su padrastro. Pidiole la cabeza de Juan el Bautista. El Tetrarca, la miró desilusionado y a vez nervioso; tenía al Bautista en las mazmorras de palacio pero... temía una insurrección de sus seguidores. No podía dejar de cumplir su palabra dada delante de los comensales, e hizo traer la cabeza de Juan en una bandeja de plata que fue entregada a Salomé y esta llevó orgullosa a su madre.

Los enviados de Yahvé, eran muy recurrentes; todos denostaban al poder y claro morían a manos de él.

Herodías, por Delaroche
Herodes, no había hecho nada especial, más o menos lo mismo que cualquier otro poderoso. Estando en Roma, conoció a Herodías que era la esposa de uno de sus hermanastros. Se enamoró de ella y ésta abandonó a su marido, que a la vez también era su tío, al igual que Herodes, y marcharon a Judea con el beneplácito del emperador Tiberio, amigo de Herodes. Allí ya en el poder, se divorció de su esposa y casose con su sobrina. También fundó una nueva ciudad en honor de Tiberio, llamada Tiberiades y el lago que allí había, recibió el mismo nombre.


Amig@s, la danza de los siete velos, nunca existió. Permanece en el imaginario colectivo a consecuencia de una obra teatral, escrita por Oscar Wilde. Después fue creada una opera con el mismo tema.

Hasta pronto amig@s.


 
Salomé, de Strauss (acto final, interpretado por M. Caballé, con 23 años de edad)


sábado, 17 de septiembre de 2011

Agua, Tierra, Fuego.



Sobre la arena mojada, allí donde el mar ha poseído a la tierra, ha dejado su semblanza y el símbolo de su poder, entre acantilados que el viento ha dibujado, dejando a las rocas desnudas frente al sol, descarnadas, afiladas, huérfanas de vegetación.

De pie, su cuerpo moreno cubierto por una túnica blanca que la brisa moldea a su capricho, espera.



Sin prisa, con calma, se desprende de la prenda que oculta su desnudez.

Y espera... con los párpados cerrados, espera. Gotas saladas de agua mojan su cuerpo desnudo.

Como cada día, como cada amanecer, ella ha decidido entregarse a sus amantes.

Se tumba, sobre el cálido y húmedo lecho que forma la arena mojada, y espera...

El más audaz llega, besándola los pies, con caricias largas, repetitivas, va deslizándose por sus piernas torneadas, despacio, despacio, mientras ella permanece quieta, pero... poco a poco, en su mente se dibuja, una explosión de estrellas y sus sienes golpeadas por mil caballos trotando.

Su cuerpo se ha arqueado, tensionado. En sus manos cerradas, un puñado de arena permanece, el cual se va deslizando y formando montoncitos inconexos.


Su respiración se altera, su sangre circula como un torrente por sus venas.

Le resulta imposible permanecer por más tiempo en ese estado, y se lanza angustiada en brazos del amante, el cual la acoge con ternura infinita, como cada día, sin cansancio, sin rechazos, como la primera vez, y se funden y se diluyen y vuelven a ser sólo uno.

Más tarde ella sale de entre sus brazos cansada, limpia de cuerpo y de alma, mientras se van formando olas festoneadas de blanca espuma.

Y agotada vuelve a tenderse en el lecho mojado y ofrece su cuerpo al sol; él aparece trayendo el calor que a ella le falta, abre esta sus brazos, sus piernas y cada poro de su cuerpo, es poseído por él.

Su postura cambia para que ni un milímetro de su piel quede sin la impronta de su amor. El sol la toma, despacio, con suavidad, con rayos blanquecinos, que calientan y enardecen, pero no queman, y allí largo rato sobre ella permanece



Luego, continúa su camino con más fuerza, más brillante, como si adquirido hubiera, la savia del cuerpo de su entregada amante.

Temblorosa recoge la túnica y cubre su desnudez, se despide de ellos hasta el nuevo día, en que esos tres elementos se unan de nuevo: agua, tierra y fuego


domingo, 28 de agosto de 2011

Pensamientos abisales



Esta expresión significa las deducciones más profundas que la mente puede llegar a forjar, no es fácil, pero... una vez que has dominado la técnica, lo demás es cosa hecha.

Apartemos de ella las cosas banales, lo cotidiano, lo que nos produce tedio o aburrimiento; no es necesario que nos quedemos atontolinados en un sillón, como si nos hubiese dado un aire.

Cuando quiero llegar a ese punto suelo escoger los momentos: fregar cacharros es uno de los más productivos para mi. ¿Por qué? –diréis-. Es fácil, sólo se emplean las manos y la mente puede vagar a su antojo. Pero el momento preferido en general por quienes lo practican, es cuando  los deseos del ser han sido satisfechos y el cuerpo ahíto de placer descansa, la mano rozando la del amad@, llega en esos momentos la fusión, no sabes si la piel que estás acariciando, es la de ell@ o la tuya. Los ojos permanecen cerrados, y una música elegida para el íntimo momento, llena el espacio, la mente no se para, vuela, (y ahora que lo pienso detenidamente, ¿será siempre así? ¿Tendremos, si hay algo al otro lado, que pensar y pensar, sin jamás descansar? Creo que ese es el mayor castigo que podemos recibir, ¿cuándo descansaremos?). Somos seres necesitados de un complemento, sólo cuando lo tenemos  podemos ser felices.

 
¡Ay amig@s! Pobre de aquel que sólo quiera poquito (como os daréis cuenta, he vuelto a perderme) comienzo la entrada con un pensamiento, pero este va cambiando, no lo domino, es como si yo no escribiese; je, soy como una cosa necesaria pero no imprescindible para el proceso.

Os decía ¡Ay de aquél que no se lance de cabeza a la vida! Que piense: voy a querer poquito, así si me falla, no sufriré. Cobarde es ese ser, no vive en plenitud. Un momento de locura compartida, es mejor que toda una vida de soledad.

Y ahora recuerdo los amores de Abelardo y Eloísa; no os los voy a contar, podéis ver la historia en google. Bueno, en resumidas cuentas narra el amor entre una doncella y su preceptor. Tienen íntimos contactos y cuando el Tutor (y tío) se entera, ordena a unos criados que priven de virilidad a Abelardo. Él toma los hábitos y ella también, e ingresa en un convento donde llega a ser abadesa. Durante toda la vida mantuvieron contacto epistolar.

Pero qué error más grande, esta es una historia real, Abelardo era uno de los hombres de mente más preclara del momento, e insisto ¡qué gran error! La virilidad de un hombre está en cada célula de su cuerpo, el cerebro es su fuente, y esa pareja podía haber sido feliz junta. Ella lo sabía, pero él... a veces los hombres son como niños, tienen un caramelo y cuando este se termina, creen que el mundo terminó con el.

En cuanto a los pensamientos abisales pueden ser de todo tipo, dependiendo de la persona que seamos así serán estos (por cierto esta es una expresión totalmente privada; lo más posible es que un psicólogo le de otro valor).

Como colofón os diré que estoy conociendo a montones de mujeres, las nuevas tecnologías nos están uniendo, pero todas tienen los mismos problemas, y el principal es ¡qué lento va internet! Jijijijijijiji.

Hasta pronto amig@s. 



viernes, 5 de agosto de 2011

Los Templarios IV

Amig@s, esta es ya sin duda la entrada que pone el punto final en la orden de los Templarios. Sin duda nos gustaría mucho a tod@s saber cuáles son sus objetivos o si son como células durmientes que un día nos aterrorizarán. Espero por nuestro bien que no sea así.

Y para terminar expondremos unas ligeras nociones del Catarismo: es un movimiento religioso que se propagó durante el S. XIII en tierras del Mediodía francés, especialmente en el Languedoc bajo la protección de nobles, vasallos estos de la corona de Aragón. Los miembros de este movimiento religioso fueron en su mayoría los componentes más destacados de la sociedad.

El pueblo llano continuaba reverenciando a la Iglesia Romana, no porque entendiese los fundamento de uno u otro movimiento religioso. Pero el hecho de encontrarse con unos personajes, vestidos con sedas de la mejor calidad, unos colores asombros (ellos, los campesinos, usaban sayas de fibras sin teñir, por eso el color de su vestimenta solía ser marrón, así se mimetizaban con la tierra y todo parecía uno) más las joyas que lucían.
Eso era más importante para ellos que las vestimentas humildes que llevaban los cátaros (puros).

No obstante, aunque el pueblo no se sintiera cerca de esa nueva religión, estaban unidos a sus amos, los nobles, y eran sus grandes defensores.

El Catarismo llegó desde la Europa oriental y ya estaban asentados hacia el año 1.012.

La herejía cátara tenía sus raíces en un dualismo radical, dos mundos en continuo conflicto; uno era espiritual creado por Dios y otro material formado por Satán.

El reino de Dios no es de este mundo, Dios creó cielos y almas. El diablo el mundo material, las guerras y la Iglesia Católica, jejejejeje (perdonad, pero es que tengo que reírme)

Creían los cataros que el pecado se produjo en el cielo, entre almas despistadas, jijijijiji (de nuevo pido disculpas), pero es que estoy oliendo a Menorca me voy otra vez con las chicas, y además es que las cosas serias no son para el verano. Allí pienso hacer una entrada sobre “pensamientos abisales” y también terminar un  poemario (a ver si la inspiración llega) últimamente es que ni lo intento. Bueno sigo con los cataros.

El diablo tentó a estas almas despistadas y cayeron. Satanás les procuró una envoltura terrenal, para cubrir su verdadera esencia.

Creían en la reencarnación, hasta que su espíritu comprendiese que era un ser caído y debía volver a su lugar, el cielo de los justos.

Había que llevar una vida ascética sin ser corrompidos por el mundo. Los que así actuaban eran conocidos como Perfectos; estos se consideraban herederos de los apóstoles, anulaban los pecados y los vínculos con el mundo material de las personas.

La ceremonia de eliminación de los pecados se llamaba “consolamentum” y se llevaba a cabo en personas prontas a morir. Después el creyente era alentado para dejar de comer a fin de acelerar la muerte y evitar la contaminación del mundo (era una incitación al suicidio)

Se oponían al matrimonio con fines procreativos, consideran un error traer un alma pura al mundo material y aprisionarla en un cuerpo ¡Vamos! Que el cuerpo, sus deseos y necesidades, había que olvidarlos.

No comían carne, ni huevos (sí pescado, pues creían que era un fruto espontáneo  del mar).

El A.T. era negado por ellos. Yahvé y Satán eran el mismo ser por sus “cualidades”, celoso, vengativo y Dios de la guerra.

Los nobles de la zona y los obispos locales apoyaban el movimiento.

Al principio el Papado intentó una conversión pacífica pero sin resultado. Mandó Inocencio III un legado papal, que excomulgaba a la mínima; era un ser abyecto y repulsivo. Osó excomulgar al conde de Tolosa, como cómplice de herejía, por proteger a los cátaros (pensad que la excomunión implicaba muchas cosas, cualquiera podía matarle, quitarle sus tierras, bienes y el rey sus títulos). Un escudero del conde mató al legado papal, se sumó gente y le hicieron trocitos, era mucho el odio que generaba.

Dijo el escudero que no actuaba por orden de su señor, pero el Papa enfurecido por este hecho, convocó a los nobles para dar comienzo a la cruzada contra los cátaros. Hacía tiempo que las cruzadas contra los infieles habían remitido (digamos que fueron un “fiasco” todas, excepto la primera) y los nobles franceses, en su mayoría del Norte de Francia, sedientos de lucha y guerra, se aprestaron al combate en nombre de Dios y su Iglesia. 

El Papa decretó, que la tierra desposeída a los cataros podía ser confiscada a voluntad y aquel que combatiera durante cuarenta días a los herejes, sería liberado  de sus pecados.

Es igualito que las fatwas de los imanes musulmanes, aunque estas tienen un atractivo poderoso para los hombres sensuales; no hay que olvidar las noventa y nueve vírgenes, siempre, que les esperan en el cielo, y los ríos de leche y miel; es una pasada, lo malo es que esto sólo es para los varones, por tanto para mí no tiene mucho atractivo.

Amigos me voy a perder un poquito. Acabo de recordar que está haciendo furor en España, entre las mujeres musulmanas, un libro escrito por un religioso saudita, para educar a la mujer musulmana, en cómo hacer feliz al hombre y las ves con su libro, en cualquier parte, como si fuese una “joya”. “Qué pena” cuando una persona no se valora a sí misma, pierde el respeto de los que la rodean, ya sea hombre o mujer; tenemos que querernos al máximo para que los demás también nos quieran. Pero no de una forma egoísta, con seguridad y comprensión hacia el prójimo.

La llegada de los cruzados provoca una situación de guerra civil en occitania. Iban exterminando a todos los habitantes de las villas fortificadas.

El señor feudal de Carcasona, Ramón Roger Trencavel, muere en su villa, y sus dominios son adjudicados al noble francés Simón de Monfort, maestre en aquellos momentos de los Templarios, los cuales respaldándole, perpetraron espantosas matanzas.

A partir de ahí, los cátaros fueron quemados en hogueras. Después de innumerales enfrentamientos armados y el despojo de los territorios y títulos a los nobles occitanos, se estableció la Inquisición, para poder extirpar totalmente la herejía en el año 1.229, y en 1.244, en la ciudad cátara de Montsegur, los líderes cátaros y más de doscientos seguidores fueron arrojados a la hoguera, junto al pie del castillo.


Amig@s, los cátaros ni poseían el Santo Grial (que aún no se sabe qué es) ni tenían relación con los Templarios, ni con los Hospitalarios, como se ha llegado a afirmar.

Los Templarios existen, están mimetizados con la extrema derecha, entre los masones y otras organizaciones más o menos secretas

Tenemos una organización bastante secreta llamada los Rosacruces. Está instalada en Sudamérica y muchos países europeos. Dicen ser los herederos de la Orden de Sión.

Ya os dejo que con esto tenéis para todo el verano.

¡Hasta pronto amigos!

lunes, 1 de agosto de 2011

Los templarios III



¡¡Hola amig@s!!

Voy a ver si puedo centrar mis ideas y terminar la tercera y última entrada sobre los templarios. Pero... al igual que los Haikus, el final es lo mejor. Y sé que a nuestra amiga Delia le va a encantar, o al menos intentaré que así sea.

Desde la Baja Edad Media, hasta nuestros días, (recordad a los Nazis, que estuvieron haciendo una batida espectacular, en el Sur de Francia) hay una búsqueda continua del llamado Santo Grial.

Pero... la realidad, es que nadie sabe exactamente qué es. Unos piensan que era la copa, ahora llamada cáliz, que utilizó Jesús en la Última Cena, y después fue recogida en ella sangre del Nazareno cuando estaba expirando. Aseguran unas fuentes que era un objeto de oro y piedras preciosas, o sea, sería un tesoro, por su valor monetario y sagrado.



Eso es una suposición errónea, si nos dejamos guiar por El Nuevo Testamento: pasó la Última Noche, en casa de un amigo bien situado, pero, copas de esa calidad, sólo las usaban los príncipes, o personajes muy poderosos. Por otro lado ¿os imagináis que macabra escena, una persona muriendo, en una cruz y otros dedicados a recoger su sangre, precisamente que casualidad, en la misma copa donde había bebido, unos días antes?

Y no voy a divagar más que luego se alargan mucho los temas.

Hacia 1960, salió a la luz una sociedad semi-secreta denominada Priorato de Sión, que intenta parecer ser la continuación de la Orden de Sión la cual fue formada por Godofredo de Bouillón durante la Primera Cruzada; al término de esta, fue elegido rey de Jerusalén.

Según una antigua leyenda, este rey sería el descendiente de los reyes merovingios que reinaron en una extensa parte de Europa; eran también llamados los reyes francos. Desde el siglo V esta estirpe permaneció en el poder más o menos tres siglos, hasta que los denominados mayordomos de palacio los expulsaron del trono ayudados por la Iglesia. El más famoso de esta nueva monarquía sería el emperador Carlomagno. Hasta aquí es Historia.

La leyenda surge de grupos esotéricos. Se basan en evangelios apócrifos. Hubo muchos, entre ellos se podía encontrar uno de María Magdalena (ya os conté en otra entrada, cómo la Iglesia había seleccionado los cuatro evangelios que más se aproximaban al ideario mental de la época y el “brete” en el que intentaron meter a su Creador - Dios - ).

Según estos grupos Jesús y la Magdalena (llamada así porque era de Magdala), junto con José de Arimatea (dueño de la casa donde Jesús había celebrado la Ultima Cena y también el poseedor del sepulcro donde Jesús había sido depositado después de su muerte), ante el peligro que representaban los judíos perseguidores de esta nueva secta, se habrían trasladado al sur de Francia. María acompañada de la descendencia de su unión con Jesús, y emparentado con los reyes merovingios (éste sería el Santo Grial, la descendencia de Jesús, su sangre transmitida a sus descendientes).


Por eso Godofredo creyendo en esta leyenda, que siempre su estirpe defendía, creó la secreta Orden de Sión y a la vez fue el promotor de la Orden de Los Templarios. De hecho de los nueve caballeros que fueron la simiente templaria, cinco pertenecían a la Orden de Sion y hasta varias veces los grandes maestres de ambas Ordenes fueron las mismas personas

La verdad es que los Templarios no fueron el brazo armado de la Iglesia, lo eran de la Orden de Sión, y también los que manejaban las finanzas de ambas órdenes, hasta su separación.

Hago un inciso para aclararos que Godofredo nunca tomó el titulo de rey, el que aceptó fue Defensor del Santo Sepulcro. Por lo tanto, el primero en obstentar dicho título, fue Balduino I.

Llegó la separación en 1188 un año después de la caída de Jerusalén en manos musulmanas. La Orden de Sión culpaba al maestre de los templarios de traición y de haber propiciado la caída del reino; se marcharon a Francia dejando a los Templarios a su suerte, participando estos en la batalla de Hattín donde la mayoría fueron exterminados. Mientras la orden de Sión, simbolizando su ruptura, talaron un olmo de ochocientos años en la ciudad de Gisols.

Fueron los Templarios los mayores promotores de la venta de reliquias, que aportaron a sus arcas ingentes cantidades de dinero en efectivo. De hecho vendieron tantos metros de la cruz donde murió Cristo que esta debió ser de varios Km o casi, pues no hay un centro religioso que se precie si no tiene un trozo de dicha cruz. Y así sucedió con todo lo que la imaginación de una época consideró sagrado.

Hay una secta que debe formar parte de esta entrada; es muy importante para aclarar el estado de la Iglesia en esa época y tiene el valor de situar la primera Cruzada de la Iglesia contra los mismos cristianos y haber implantado la Inquisición. Son los Cátaros.

¡Ay amig@s! Ahora escucho las noticias de las matanzas en Noruega, y el autor se declara templario, permanece con el ideal de hace X siglos.

La extrema derecha de los países del centro y norte de Europa, están asustados, temen perder sus raíces, su pureza de sangre. Les entiendo y va a ser así. Siempre ha habido movimientos de pueblos enteros, pero ahora es de indivíduos que no pueden vivir en sus países, la mayoría sabe que están en la única vida que tenemos y quieren vivirla.

Los países de la C.E. tienen mucha culpa de que esto suceda. Han estado apuntalando a los dirigentes de los países árabes, que son corruptos y se dejan comprar; cuando alguno no tenía precio, extendían bulos que dañaban su imagen; hasta que se moría de un disgusto o de un envenenamiento. ¡Qué culpables han sido nuestros dirigentes! Y el apoyo total sin fisuras, que se ha prestado al pueblo judío, a pesar de sus desmanes, de sus asesinatos y de estar aniquilando a un pueblo, el palestino, crueles, son tan desalmadas sus élites, se tienen en tan alta estima, que al mirar su historia en perspectiva quedas horrorizado de comportamiento como pueblo. Nunca nadie me produjo tanto miedo y desazón. Voy a cambiar de tema que con esto me deprimo y voy a continuar con los cátaros.

Hay otra cosa que me afecta grandemente. Historiadores  renombrados en el anterior régimen político, que al creerse muy religiosos (católicos) se regodean, se entretienen y justifican con las matanzas en nombre de la religión, me enerva cuando alguien está tan seguro, de que su fe es la única verdad y la defienden con la vida, y en el otro siempre ven al enemigo.

Amig@s esta entrada va a resultar demasiado larga. Por eso voy a cortarla aquí e inmediatamente pondré la siguiente y así tenéis para entreteneros unos días.

Besos, hasta pronto


 

martes, 21 de junio de 2011

Los Templarios II

Continuamos con los Templarios.

Pasó el tiempo y aquellas nueve personas que se unieron para defender los caminos y a los peregrinos que iban a Tierra Santa (en realidad no eran nueve: como nobles franceses, iban acompañados de criados, pajes etc. Cada uno lleva un séquito con él. En total serían unas treinta personas) quisieron formar una orden militar, pero... con unos estamentos muy estrictos: Absoluta fidelidad al Papa, pobreza en sus ropas y sus alimentos y pureza física y espiritual. Esos eran los básicos.

Tras la 1ª Cruzada se fundó la Orden del Temple o Caballeros Templarios, hacia 1.118, permaneció activa durante más o menos dos siglos. No ha desaparecido, continúa existiendo de forma latente, está ahí.

Rápidamente, creció en tamaño y poder. Había miembros no combatientes que se dedicaban a gestionar el patrimonio de la Orden, era muy importante en todo el mundo cristiano. Ellos iniciaron el desarrollo de la Banca moderna.

Sus fortificaciones se extendían por todo el Mediterráneo y Tierra Santa.

La perdida de Tierra Santa derivó en la pérdida de apoyos de la Orden.

No obstante, lucharon en nuestra península, contra los árabes, lo cual hizo que su patrimonio aumentara considerablemente, con castillos, ciudades y tierras de labranza.

En Francia, Felipe IV, estaba endeudado con ellos hasta las cejas, no veía el modo de deshacerse de la Orden y a la vez quedarse con sus riquezas. Puso espías dentro de la Orden y bien alterando ligeramente la verdad, bien a base de torturas, la iniciación de los Templarios en la Orden fue tachada de diabólica, expuso al Papa, le presionó, con estas murmuraciones, para que tomara medidas contra los Templarios. En 1.307, un gran número de Templarios, fueron arrestados, torturados y obligados a decir cosas inciertas sobre los usos y costumbres de la Orden. Después fueron quemados en la hoguera y allí ante su inminente y trágico final, se retractaron de lo que habían dicho bajo tortura. En 1.312 Clemente V, cedió a las presiones del rey francés y disolvió la Orden.

El hombre más poderoso de Europa: el rey Felipe IV, llamado también el hermoso, estaba convirtiendo a Francia en el primer país, con un auténtico gobierno central, y eso costaba mucho dinero.

El año anterior había expulsado a los judíos para apropiarse de sus riquezas, pero esta medida no bastó para subsanar el déficit. El monarca debía una suma importante de dinero a los templarios. Lo que él les había solicitado más la enorme cantidad que su padre, el anterior rey tuvo que pedirles para librarse de su cautiverio.

El gran maestre de los templarios era en esos momentos Jacques de Morlay; tenía 64 años, y se encontraba en Chipre.

El punto débil de los templarios, era que formaban una secta. Nadie sabía a ciencia cierta en qué consistían sus rituales y ceremonias, y cuando la gente no sabe algo, está dispuesta a creer lo que le cuentan. Felipe IV, pensó en lanzar una campaña de desprestigio y difamación, pero no era conveniente hacerlo mientras Morlay estuviera fuera del país. Por ello el rey y el Papa Clemente V, invitaron a Francia a las principales  autoridades de los templarios, supuestamente para discutir sobre la organización de una nueva cruzada.

Los caballeros acudieron sin sospechar nada y, el 13 de octubre los funcionarios del rey apresaron por sorpresa a todos los templarios que encontraron, incluido el gran maestre. No hubo resistencias ni huidas.

Inmediatamente, la Santa Inquisición inició un proceso contra los detenidos, que debidamente torturados (parece ser que 36 de ellos murieron en la tortura, sin haber llegado a ser condenados). Confesaron toda clase de delitos: practicaban el culto a un ídolo, escupían sobre  la cruz en los rituales de admisión, se entregaban obligatoriamente a la sodomía, etc.

Un primer grupo de templarios (que se habían negado a confesar sus delitos) fue condenado a la hoguera. Esto ayudó a sincerarse ante la Santa Inquisición, entre ellos al propio Jacques de Morlay, que finalmente sucumbió a las torturas y reconoció las acusaciones. Los inquisidores se apresuraron a comunicar a los otros prisioneros que su gran maestre había confesado, y esto a su vez multiplicó las confesiones.


El Papa disolvió la orden el 3 de abril mediante la bula Box in excelso.

En Francia, la corona se quedó con los bienes mobiliarios de la orden  (ese había sido el móvil de todo el proceso) mientras que los inmobiliarios fueron adjudicados a los Hospitalarios.

Por otra parte Felipe IV, consideró que los templarios que permanecían prisioneros eran una amenaza contra Francia. Su prisión era ya algo excepcional, pues la costumbre de la Santa Inquisición era liberar a los pecadores que confesaban su culpa y se arrepentían. Sin embargo el rey pensó en ir más allá  y acusó a los templarios de “relapsos” (que era como la Iglesia llamaba a los herejes después de abjurar de su doctrina, volvían a caer en ella) y los hizo quemar en la hoguera.

Cuando el gran maestre comprendió las intenciones de Felipe IV, se retractó de todas sus confesiones, denunció que habían sido obtenidas bajo tortura y acusó al rey y al Papa de los crímenes que habían sido cometidos contra él y su orden. Esto terminó de despejar el camino de la hoguera. El 19 de marzo fue quemado vivo delante de Norte Dame. El 20 de abril murió Clemente V y el 20 de octubre murió el rey Felipe IV. La proximidad de estás muertes dio pie a la inevitable leyenda de que Morley, en la hoguera, emplazó al rey y al Papa a comparecer con él ante el tribunal de los cielos antes de que acabara el año.

El proceso a los templarios, fue por una mera cuestión económica, pero contribuyó a legitimar las técnicas de tortura de la Santa Inquisición y difundió la creencia entre el populacho de la necesidad de quemar a los herejes en la hoguera como protección contra las brujas y el diablo.

Hay muchas cosas que requieren explicación para saber los verdaderos orígenes de la Orden, cómo su tiempo oficial transcurrió, y ahora en la actualidad, dónde podemos encontrarlos.

¿Cuál fue la relación de los templarios con la Orden de Sión?

¿Quiénes eran y son la dinastía de los Merovingios, de dónde procedían?

¿Qué relación tuvieron con los masones? ¿Y con los Cátaros? Esta herejía, ¿fue la que propició la cruzada contra los mismos cristianos?

¿Y la Santa Inquisición? ¿Para que fue fundada? ¿ Es posible que continúe activa?

Lo veremos queridos amig@s en la siguiente entrada.

Rosa.

lunes, 23 de mayo de 2011

Los Templarios


Antes de comenzar a narraros la historia de los Templarios que procuraré no hacérosla  aburrida. Os voy a contar algunas cosas: como tengo que hablar algo sobre la religión, me he estado acordando de cuando dejé de ir a misa y de los motivos. Ya os lo conté en otra entrada, fue porque en un día de invierno se me cayó la camiseta sucia hasta los pies. Pensaba yo, ¿qué me impide avanzar? Y cuando miré era la camiseta interior que ya estaba por los suelos. Creo que pasé varios días en la cama queriéndome morir, hasta que mi madre se puso seria y me dijo algo así como ¿quieres dejar de hacer el tonto?

La verdad es que era muy presumida, parecía que me había tragado un palo de tan tiesa como andaba. Usaba vestidos de mucho vuelo, bonitos y sujetos a la cintura con un cinturón, que yo apretaba mucho y se me quedaba una cinturita de avispa. Tanto apretaba que se me cayó el estómago, no sé como pudo pasar eso pero sucedió y tuve que ponerme una especie de balón de rugby en pequeño debajo del estomago, ya puesto se inflaba al máximo para subir el estómago de nuevo, los vestidos los llevaba sueltos y si hacía aire, parecía que estaba embarazada ¡¡qué vergüenza pasé por ser tan tontaina!!.

Nos formaban con muchos libros instructivos. Los preferidos eran los de santos varones de la Iglesia. Hay una historia que siempre recuerdo: Un santo fue invitado a comer en un pueblo, pero quien tenía que darle de comer no poseía nada decente para agasajar a una persona tan buena y famosa. La mujer había dado a luz hacía unos días. Ni cortos ni perezosos, los esposos cortaron al bebé en pedazos y se lo sirvieron al santo varón, el cual sólo hacía alabar el guiso, cuanto más lo hacia la mujer más lagrimas derramaba; por fin el santo se enteró de que se estaba comiendo al niño recién nacido. Pero... como era un santo, reunió los trozos y le dio vida de nuevo. Ese era un libro formativo, recomendado por la Iglesia. Por eso algunas noches...¡¡¡tenía unas pesadillas!!!


 Luego leí otro, ese ya era un tocho, que me afectó tanto que soñaba con ingresar en un convento; era la historia de Bernardo de Claraval, si no recuerdo mal se llamaba “La familia que alcanzó a Cristo”. San Bernardo ingresó en la orden del Cister a los 23 años, cuando muere su madre. Le acompañaban cuatro hermanos, un tío y algunos amigos. Más o menos se llevó con él a treinta personas (tenía una boquita para convencer, asombrosa). A quien le costó más trabajo llevarse fue a su hermano mayor; era el heredero de la propiedad, estaba casado y tenía dos hijas. Además la esposa no quería separarse de su marido. Pues... se puso muy enferma, se dio cuenta que las cosas se ponían feas, que si continuaba negándose la iba a palmar, y entonces dio su consentimiento, ella se fue al monasterio de Jully con sus dos hijas; allí la nombraron abadesa.

Después se unieron a este grupo el padre de Bernardo y su hijo pequeño, del cual esperaban que no entrase en religión para heredar la hacienda del padre; el chico dijo: ¿Cómo sois tan egoístas? ¿para vosotros elegís el Cielo y a mi me queréis dejar con la Tierra?

Bernardo escribió los estatutos de los Templarios y organizó la Segunda Cruzada que fue un fiasco, y se puso enfermo del disgusto.

También estaba enfrentado con el famoso Pedro Abelardo (el de la historia de Abelardo y Eloísa), al que castraron, pero eso ya es otra entrada.

Bernardo despreciaba la ciencia terrena. Sólo para él era importante la ciencia divina y Abelardo era un humanista al que le gustaba saber el porqué de las cosas.

¡¡Qué bonito era este libro!!! Sobre todo cuando la esposa, Isabel, se negaba a dejar a su marido. Creo que lo leí varias veces, primero porque me encantó y segundo porque había que comprar los libros y como no eran de estudio, pues...


Hay algo que se me olvidó deciros sobre la entrada anterior; se trata de los saludos: El saludo de Adolf Hitler, era el utilizado por movimientos de carácter fascista. Una variante del saludo romano. Fue del Partido Nazi, de Falange Española y de las JONS, del Nacional Fascista de Benito Mussolini etc.

Churchill, estaba muy preocupado, necesitaba un símbolo poderoso para enfrentar al de Hitler. El famoso ocultista Aleister Growley propuso el saludo en “V”, para contrarrestar el Nazi, era un arma de poder, contra el Tercer Reich en la 2ª G.M., como podéis ver la guerra más destructiva de nuestra historia, fue el enfrentamiento de dos conceptos distintos del poder, y la lucha fue en todos los frentes.



Y ahora sí, ya empiezo con los Templarios.

La Orden de los Pobres Caballeros de Cristo, conocida como Caballeros Templarios o la Orden del Temple, fue una de las más famosas importantes órdenes militares cristianas. Fundada en 1119 después de la Segunda Cruzada, por nueve caballeros franceses lideraros por Hugo de Payens. El sello de los Caballeros Templarios, es la imagen de dos caballeros subidos a un caballo, símbolo éste de su inicial pobreza.


Su propósito original era proteger las vidas de los cristianos que peregrinaban a Jerusalén tras su conquista.

La Segunda Cruzada, la organizó Bernardo de Claraval, se dedicó a ir por Europa enardeciendo a las gentes para que fuesen a luchar a Tierra Santa. Esta fue un fiasco y, a san Bernardo le costó una enfermedad, de la que le costó mucho recuperarse.

Las Cruzadas, tenían un componente religioso y otro económico. La religión era el componente existencial de la vida de aquellas personas. Las enfermedades muchas, el índice de natalidad alto, sobre todo, en las élites, la mujer se desposaba muy joven e inmediatamente se quedaba embarazada y pasada la cuarentena, dejaba de amamantar al lactante, para de nuevo quedarse grávida. Los embarazos tan seguidos y las costumbres tan poco higiénicas de la sociedad, llevaban a muchas muertes entre las parturientas y los recién nacidos.


 En el vulgo, las niñas se casaban un poco más tarde. También amamantaban a sus hijos ellas mismas durante varios años. La mortalidad era menor, el problema se presentaba cuando las madres empezaban a darles a los niños comida sólida; ahí la muerte tenía un campo muy grande. De hecho a los niños no los solían poner ningún nombre hasta pasados varios años.

La sociedad se dividía en tres estamentos: los nobles, el clero y los campesinos que eran los encargados de alimentar a los otros dos estamentos.

Los nobles, se basaban en las antiguas leyes romanas. El hijo mayor heredaba prácticamente todos los bienes patrimoniales de la familia. El segundo estaba destinado desde el vientre de su madre al clero. Si en la familia había más hombres y como las costumbres eran tan primitivas, se unían grupos de jóvenes, que iban por las aldeas asaltándolas, robando a los campesinos y violando a cualquier mujer que se encontraba en su camino.

Las hijas de los nobles, si éstos tenían suficientes caudales, las casaban prácticamente, sin saber aún el sexo del bebé. Si el patrimonio era escaso, al convento. Ese era su destino.

Los religiosos querían hacerse con los Santos Lugares y para ello utilizaban las mismas frases que ahora usan los extremistas religiosos. Perdón de todos los pecados, iban al cielo directamente, enemigo muerto equivalía a contentar a Dios, etc.

Los estados se dieron cuenta que esos jóvenes que andaban en grupos armados estarían mejor lejos ocupados en luchar contra los infieles y estos hombres se dieron cuenta de que así podrían tener poder, tierras, gloria.

Y eso fueron las Cruzadas; satisfacer al clero, y tener ocupados a los nobles segundones.

Continuaré en la próxima entrada.