William Shakespeare (1564-1616), conocido como el Bardo de Avon; existen muy pocos hechos documentados sobre su niñez.
Se sabe que fue bautizado en Stratford-upon-Avon y que murió antes de cumplir 52 años.
El padre, que estaba en la cumbre de su prosperidad, cayó en desgracia. Parece que pesaba sobre él una acusación de comercio ilegal de lana. Podía ser también algo relacionado con la religión: esta familia era de raigambre católica; en el poder estaba Isabel I, que intentaba fortalecer las bases anglicanas, que su hermana María casi había hecho desaparecer junto a un montón de cuellos.
El caso es que cuando nació William, no les sobraba ni un penique. Seguramente tuvo que ir a una escuela gratuita, que al pertenecer su padre al gobierno local, tenía derecho a asistir a ella. Se comenta que era buena en gramática y literatura latina, para niños entre 8 y 15 años. En los cursos superiores, el inglés estaba prohibido, para fomentar el uso de la lengua latina. Pero esto es mera especulación. Sus biógrafos, al no haber datos fehacientes y contrastados, han ido tejiendo una infancia como a ellos les ha parecido más ajustada a lo que podía haber sido.
Lo cierto es que a los 18 años lo vemos casado, con Anne Hathaway de 26 años y analfabeta, seguramente, embarazada de tres meses, por las prisas del enlace. Y aquí perdemos su pista, hasta que hace su aparición en los escenarios londinenses.
Tuvo tres hijos, dos niñas y un muchacho que murió pronto.
A juzgar por el testamento que dejó escrito antes de su muerte, la pareja no estaba bien avenida.
En Londres trabajó como dramaturgo y pronto se convertiría en actor, y escritor, finalmente copropietario de la compañía teatral conocida como Lord Chamberlain's Men que recibiría su nombre de su mecenas, el lord chambelán. Se hizo tan popular que a la muerte de Isabel I, Jacobo I Stuart, el nuevo monarca, la tomaría bajo su protección, pasando a denominarse los Hombres del rey (King´s Men)
La muerte le llegó pronto, como resultado de una fiebre fuerte, producto de su afición por la bebida. Recientes conjeturas e investigaciones, llevan a suponer que padecía un cáncer.
Descansa en el presbiterio de la iglesia de la Santísima Trinidad de Stratford. Tal honor se debe a la compra de un diezmo de la iglesia por 440 libras (era una suma considerable en la época)
El conocimiento que ha llegado a la posteridad, está formado con las más diversas especulaciones, por el hecho de que los datos que se disponen sobre el autor son muy pocos y contrastan con la desmesura de su obra. Por eso existen las más peregrinas interpretaciones. Sí amig@s, se ha especulado sobre su vida, su religión, sobre su sexualidad, la posible homofobia, su encubierto rechazo al poder, representado por el trono. Y lo más conflictivo, la autoría de sus obras.
Sobre su fisonomía, tampoco hay acuerdo; parece que el más fiel a la imagen del escritor sería el llamado “retrato Chandos”. En él aparece el autor a los más o menos cuarenta años con barba y un aro en la oreja derecha ( no es por criticar, pero... más bien parece un pirata, que un escritor). Esto lo vamos a hacer de otra forma:
1º Curioso en extremo que el conocimiento que tenemos de uno de los autores más importantes de nuestro acervo cultural europeo, no sea más que recopilación de las más diversas especulaciones.
2º Ante la desmesura de esta obra genial, ¿qué tenemos? Datos escasos, sobre este personaje y los conocidos, chocan frontalmente, con una obra de esta magnitud.
3º Después de un largo periodo de tiempo, más de ciento cincuenta años después de la muerte de Shakespeare, las dudas comenzaron a surgir, sobre la autoría de sus obras.
Los críticos se dividieron en “stratfordianos” ( partidarios de la tesis de que el William Shakespeare, nacido y fallecido en Stratford fue el verdadero autor de las obras que se le atribuyen) y los llamados “anti-stratfordianos" (defensores de la atribución de estas obras a otro autor). La discusión es larga y complicada.
4º En la teoría del no, encontramos que estas obras requerían un nivel cultural más elevado del que se cree tenía Shakespeare.
Francis Bacon |
5º Durante el siglo XIX el candidato más popular fue Sir Francis Bacón. Ya en el XX, Edward de Vere, decimoséptimo conde de Oxford fue el hombre de los anti- stratfordianos del momento. Lo cierto es que la nobleza podía ser promotora, protectora, pero en ningún caso sus miembros podían dedicarse a escribir argumentos para obras de entretenimiento del pueblo; eso era para la gente vulgar. Por eso a veces
encontramos “hombres de paja”.
6º La posición más extendida en los medios académicos es que el Shakespeare de Stratford fue el autor de las obras que llevan su nombre.
7º Recientemente dos actores, Derek Jacobi y Mark Rylance, han divulgado la “Declaración de Duda Razonable” sobre la identidad del famoso dramaturgo:
cuestionan que un plebeyo del XVI criado en un hogar analfabeto de Stratford-upon-Avon, escribiera las geniales obras que por él han sido firmadas. Argumentan que un hombre que apenas sabía leer y escribir no pudo poseer los conocimientos legales, históricos y matemáticos que salpican toda la obra atribuida a Shakespare.
8º Por otro lado tenemos un hombre que se siente extremadamente a gusto entre tabernas y mozas de mesón, de las cuales suele elegir sus ocasiones amantes.
9º Otra de sus aficiones, como se puede observar en sus sonetos amorosos, que a veces comienzan como amistad, y van evolucionando hacia una verdadera pasión.
10º Sus protectores, en general, fueron hombres más jóvenes que él, y pertenecientes a la nobleza.
11º Su misoginia queda patente en multitud de versos donde compara por ejemplo: el color blanco de un hombre tildándolo de perfecto, y ese mismo color en una mujer lo aprecia enfermizo.
12º En fin, una vida muy vivida, sin descanso, entre amantes, su familia, borracheras y
enfrentamientos de posadas y tabernas.
13º Hay algo en su obra, característico: el bueno, se vuelve malo o hay una fuerza
interior que le empuja a ello.
El malo se vuelve peor.
No hay esperanza en sus obras, ni un resquicio para el bien
14º Cuando una mujer es la protagonista, le adorna con los valores que debe tener un
Hombre. En sí para él la mujer no tiene ninguno.
15º Y ya dejo a este señor que para mí no es el autor de tan extensa obra. Pensad que muere antes de cumplir 52 años. Una década antes se había retirado de la continuación de su prolífera carrera literaria coincidiendo, con el fallecimiento de su más importante y querido protector.
Hasta pronto amig@s.
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